La Llingua Llambiona

Hoy nos apetecía algo de cocina japonesa, y sin reserva, optamos por acercarnos al buffer japonés situado en la calle Instituto 25, esquina con la calle Munuza, Samo Sushi con la esperanza de encontrar sitio. Este bufe de cocina japonesa y oriental anteriormente conocido como Toro Sushi, dispone de un gran local, con una bonita decoración, inspirada en motivos orientales. Tiene como principal característica, la opción de los menús buffet, vasado en el concepto de all you can eat o «te vas a arrepentir como no controles». Samo Sushi ofrece un menú llamado Infinity, donde puedes elegir entre todos los platos de su carta, tantas veces como desees, y desde tu mesa, sin hacer colas y con la comida preparada sobre la marcha.

El precio del menú es fijo dependiendo del día de la semana, así tenemos el menú de lunes a viernes al mediodía por 15,95 €, que no incluye toda la carta; después el menú infinity por 21,95 € con toda la carta; para los más peques un menú infantil por 10,95 €, y por último el precio de los platos individuales que es de 4,50 € sea el que sea. Las bebidas y postres no están incluidos en los menús.

Como todo bufe tiene una serie de limitaciones, bastante lógicas por otra parte. Para empezar, hay que escoger un máximo de 5 platos cada vez se pide, entiendo que para no acaparar la cocina. También hay un tiempo, creo que de 3 minutos entre pedidos. Cada plato pedido no consumido tiene una penalización de 3 euros, para no desechar comida y para que no te pueda más el güeyu qu´el butiellu.

La forma de pedir es a través de hojas de pedido que va cubriendo para facilitárselas a los camareros, donde indicas el número del plato y la cantidad. Como novedad, que personalmente nunca había visto es que, en numerosas mesas, disponen de pantallas táctiles para realizar los pedidos. Una carta online, donde vas escogiendo los platos y las cantidades. Una forma sencilla y divertida de ir viendo que te puede apetecer.

Su carta dispone de una amplia variedad de sushi y platos orientales como entrantes tipo ensaladas, wakame, edamame, sopa de miso, gyozas o pan baos. También poke bowl variados, así como frituras tipo tempura o rollitos, takoyakis o tonkatsu entre otros. Como no, fideos, arroces, y teppanyaki. En la parte de sushi tenemos una amplísima gama para escoger, nigiri, uramaki, hosomaki, gunkan, gio, tempuramaki, temaki, tataki, sashimi, onigiri e incluso preparaciones de carpaccio o tartar. En la parte de postres, tenemos entre otros, los clásicos mochi o un dorayaki (de chocolate, eso sí). En la parte de las bebidas, cabe destacar que puedes tomarte una soda tipo Ramume, o cervezas japonesas como Kirin o Shaporo, sakes o incluso un whisky japonés.

Las raciones no son enormes, con lo que resulta fácil animarse a pedir platos para probarlos y de esta forma poder probar diferentes cosas. Nosotros empezamos con unas gyozas de pollo y unos rollitos de primavera con pollo y una tempura de langostinos. En todos los casos correctas y acompañadas de sus salsas. Continuamos con un arroz Oyakodon, con huevo, pollo y cebolla, muy rico, y con yakitori de pollo, al que le faltaba un poco más de sabor. Por último, los sushis, empezando por hosomaki de aguacate y tempuramaki de pato, un rollo frito relleno de pato, pepino y almendras, muy rico. Seguimos con rollo flambeado, un uramaki de salmón, aguacate y queso, que está muy bueno, así como el nigiri de salmón flambeado. La primera vez que probé el sushi flambeado me encanto y es una opción que debéis probar si tenéis ocasión.

También disponen de Take Away & Delivery, es decir para llevar a casa o recoger. Personal muy amable y atento para explicar el sistema para pedir y atender cualquier duda. Y en cuanto a la pregunta que todo el mundo se hace en este tipo de restaurantes ¿merece la pena? creo que sí; a poco que pidas, creo que merece la pena. La calidad o elaboración no es la de otros restaurantes japoneses de Gijón, pero creo que es acorde al precio pagado.