La Llingua Llambiona

¿Qué mejor forma que celebrar el pasado día de todos los santos que con gastronomía mexicana? Así que dicho y hecho, hoy visitamos la cadena asturiana de restaurantes mexicanos CHIBISKI y concretamente su local en Gijón. Chibiski comenzó con un local en Arenas de Cabrales y con el tiempo han creado esta cadena de restaurantes complementada también con foodtrucks para eventos. Chibiski cuenta además con locales en Oviedo, en Cangas y en Llanes. Concretamente el local de Gijón se encuentra en la calle Marqués de San Esteban 7, casi llegando a los Jardines de la Reina.

Local de dos pisos con una bonita decoración y ambientación como cabe esperar a un restaurante de comida mexicana. Su carta, que podemos consultar en su web es bastante amplia y puede resultar confusa, como suele ocurrir en este tipo de restaurantes por desconocimiento de lo que es cada cosa, si bien todos los platos vienen acompañados de una foto, lo que ayuda a saber si «esto» es lo de hacértelo tú solo o «este otro» es el que te vienen ya preparadas.

Para empezar, tienen una amplia carta de cócteles, donde probar desde un clásico margarita a numerosos cócteles, todos ellos muy apetecibles. Y los que no toméis alcohol no os preocupéis porque también hay opciones sin alcohol, así como clásicas cervezas mexicanas como Corona, Sol o Negra Modelo o los tradicionales refrescos mexicanos Jarritos.

En nuestra visita empezamos por unos totopos y unas salsas, gentileza de la casa para ir haciendo boca. Con diferentes niveles de picante, pero muy agradables en general. Seguimos con un guacamole. Los totopos estaban muy buenos, pero el guacamole no me dio más. No me sabía mucho a aguacate y para mi gusto tenía demasiado cilantro, no se si seria que estaba muy verde o que. Continuamos con unas flautas de pollo o pastor, las llamadas tacos dorados, en este caso pollo envuelto en tortilla de maíz frita y cubierto de nata cebolla y queso fresco. La ración es de tres unidades, pero al ser cuatro, nos la modificaron sin problema para que fueran cuatro unidades. Ricas, aunque un poco sosas para mi gusto personal. Personalmente le hubiera puesto un poco de salsa de tomatillo verde mexicana. Seguimos con un alambre de ternera, con queso y pimientos y cebolla. Viene acompañado de creo recordar unas siete tortillas pequeñas, para elaborar tu propia fajita. La ración es amplia y tuvimos que pedir 6 tortillas más para acabarlo, y que cobran a parte. De sabor estaban bien, pero eché de menos alguna salsa para aderezarlo un poco más. De igual forma pedimos más totopos que también se cobran a parte, para terminar el guacamole.

En cuanto a los postres, no podía faltar los crepes de cajeta, muy ricos y tarta de chocolate rica también. En los postres podemos encontrar también helados de la conocida heladería llanisca Revuelta

Para beber pude probar la margarita, muy rica y el catrina sin alcohol…para tomar como agua. Eso si, caras.

El precio para cuatro personas no llego a 75 € sumando un par de aguas. El servicio muy atento y amable. Nos ayudaron y orientaron a la hora de escoger . La sensación general no es mala, las raciones podían ser un poco mayores en relación al precio que cuestan, o bien rebajar algo los precios, porque creo que están algo por encima de lo que corresponde. En cuanto al sabor, pero me faltó un «no se que», un toque que no sabría explicar. También me llamó la atención que nos atendieron cuatro personas diferentes. Creo que en este punto aún les queda por afinar un poco, porque nos trajeron todo muy rápido, pero luego costaba encontrar a alguien para poder pedirles unas tortillas de más.