Situado en el Barrio de la Arena, cumple su anuncio de Casa de Comidas de forma honrada y eficaz.
De decoración sencilla (vigas de maderas y lámparas de bronce), tamaño medio y apto para fumadores, dispone de una carta bastante amplia y variada, desde botillo con garbanzos y patatas cocidas, cocido berciano, pasando por las distintas tortillas guisadas hasta una gran variedad de ensaladas. Las mesas son atendidas en todo el local por una misma camarera por lo que entre unos platos y otros, se tiene que esperar un poco más de lo que apetece.
Ofrecen un menú del día de lunes a viernes de 10 euros; y los sábados y domingos de 12 euros.
En este caso nuestra opción fue la siguiente: (hubiéramos incluido un cachopo con salsa de castañas en esta lista si no nos hubieran dicho cuando tomaban nota de la comanda que no lo había…)
Una ración de cecina; quizás un poco escasa en cuanto a la cantidad pero muy buena; con la curación del embutido en su justa medida, un revuelto de gula, ajetes y gambas; muy bueno, una ensalada de manzana y nueces acompañada por melocotón en almíbar; quizás este último elemento fuera el que sobrase, un plato palloza; se trataba de patatas, pimientos, huevos y chorizo. Algo sencillo y básico en lo que no puede haber grandes sorpresas. Un plato de matanza; de nuevo patatas con costillas, pimientos y lomo. Igualmente un plato sin florituras pero que tampoco defraudó.
Para acompañar la cena elegimos Rueda, un verdejo, y un vino del Bierzo (Tilenus) que era bastante complicado de tragar…. No llegamos a pedir postres aunque llamaban la atención en la carta la tarta de castañas y las peras al vino. Mención especial al pan que nos pusieron; muy, muy bueno y aún calentito
El precio de esta cena para 5 comensales (incluyendo cafés) fue de 57,20 €; precio en concordancia con lo servido y disfrutado. Un lugar correcto y acertadamente denominado “casa de comidas”. Nosotros le damos entre 2,5 y 3 lametones
Maite García
Muy buen artículo, no se puede describir mejor la comida del sábado. :**
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