Actualmente el restaurante se denomina Fonda & Tequila
El pasado fin de semana un grupo de amigos con ganas de cenar en un restaurante mexicano de Gijón, acabamos en el restaurante “La panza primero”, situado en la calle aguado número 25, en pleno barrio de la Arena. Es un restaurante con varios años de experiencia en nuestra ciudad, desde 2007, y perteneciente a un grupo implantado en Madrid que poco a poco se está extendiendo por otras ciudades españolas, y creado por un grupo de mexicanos llegados a España a finales de los años 80.
Lo primero que llama la atención del restaurante es la decoración. No deja de ser la típica decoración mexicana, pero con una especial “fijación” hacia la lucha libre mexicana. Sus techos, paredes, e incluso baños, muestran carteles de combates de lucha libre, mascaras o muñecos, del Santo y otros muchos luchadores famosos, todo muy colorista , y con muhco «atrezzo».
Éramos 8 personas y a la hora de pedir nos dejamos aconsejar por el camarero que libremente decidió que servirnos. Esta practica, aunque arriesgada, en esta ocasión resultó ser bastante acertada, ya que la carta del restaurante resulta un poco “abrumadora” por la gran cantidad de datos, texto e imágenes, que a imitación de un periódico nos muestran (puedes verla aquí). En ella podemos encontrar todos los platos típicos mexicanos.
Para empezar nos sirvieron unos nachos que tenian,queso fundido, frijoles, pico de gallo, totopos y guacamole. Estaban muy buenos, y no era el típico plato lleno de nachos con un poco de queso en la punta de la montaña. Hasta el último trozo lo puedes disfrutar con parte de los ingredientes que lo acompañan. Para continuar nos pusieron tres tipos diferentes de tacos con salsas, una cazuela de cebollitas a la plancha y tortitas para elaborar tu mismo el taco. Una era de pollo cabreado, pollo con una salsa de nata, con queso ligeramente alegre, otra llamada alambre de pastor, carne de cerdo deshilachada, y la última, ropa vieja, ternera con su sofrito de cebolla, pimiento,… De sabor estaban todas muy bien, y todos pudimos probarlas. Para que os hagáis una idea yo personalmente comí cuatro. Las tortitas no son muy grandes, del tamaño de un plato de postre, lo que te permite precisamente que una cazuela sirva para preparar más de un taco y que todos la prueben. Si se te terminan las tortitas, sin ningún coste adicional, puedes pedir más, ya que con las que te sirven no suele dar. De postre pedimos dos crepas de cajeta, acompañadas de helado de nuez, para compartir. No es el más rioc que he comido, ya que la cajeta para mi gusto sabia demasiado a canela. Aunque parezca poco, quedamos bastante bién, sin empacharse. Todo esto aderezado por tres jarras de margarita y 8 chupitos de tequila Herradura reposado nos costó 20 € por cabeza, incluyendo la propina. Lo que más sube de todo esto son los chupitos a más de seis euros. El precio es un poco alto aunque desconozco el precio de una botella de tequila Herradura, aunque si se que junto El Jimador y José Cuervo, es uno de los más famosos y de calidad que hay (de cara al gran público) Nos invitaron a otro chupito, pero esta vez de tequila con mango, creo recordar o algún zumo similar. El servicio fue bastante rápido y el camarero que nos atendió fue bastante majo, bromeando con nosotros, teniendo en cuenta que un grupo de ocho “paisanos” con ganas de fiesta, no debe de ser el cliente deseado en un restaurante. Se puede reservar online en su web y el IVA está incluido en los precios de la carta.
Desde esta esperiencia y la de los que me acompañaban, le damos tres lametones.
Si vas a Madrid prueba en el Si Señor, cerca del Bernabeu, bajó mucho pero todavía le da mil vueltas a este.
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