Hoy nos acercamos a conocer la nueva propuesta de Alex Sampedro, tras su paso por la Taberna Gijón, de la que ya os hablamos hace tiempo. Hace unos meses empezaba su nuevo proyecto con la apertura de un nuevo restaurante en la calle Trinidad 1, en pleno centro de Gijón, junto al ayuntamiento. El restaurante se llama El Recetario. Se trata de un local distribuido en dos plantas, una superior más orientada al tapeo , vinos, vermú,… y en planta baja un comedor, muy agradable, con una decoración sencilla y espacios amplios.
Si bien ya lo tenía en m lista de «para visitar», su última participación en el Campeonato Mundial de Callos de organiza Naguar, con su quinto puesto, me animó a visitarlo de una vez.
Una carta con diferentes propuestas, no muy amplia, todas ellas muy apetecibles, combinando clásicos de la cocina, con propuestas más personales y conocidas del chef, y con opcion en muchos casos de solicitar medias raciones. Una carta muy orientada al compartir y para poder probar un poco de todo, con lo que ir un grupo de cuatro a seis puede ser una buena opción, ya que te facilita el pedir más platos sin que se te escape la cuenta.
Nosotros en esta ocasión optamos por tomar sus ya famosas empanadas de ceviche, ganadoras de la Picona de Oro en el concurso de tapas de Asturias en 2015, un bocado refrescante, que no has de perderte si te gusta el ceviche. Continuamos con unos huevos con trufa y patatas fritas, deliciosos, y como no, una ración de callos. El toque diferenciador de estos callos, está en el toque a compango que tienen, de echo, vienen acompañados de un trozo de chorizo y otro de morcilla, lo que le da ese sutil toque, sin llegar a cambiar el fondo de lo que han de ser unos buenos callos. Por último, y fuera de carta, un arroz con carabineros, con un punto meloso muy rico y un sabor delicioso, gracias a un fumé seguramente currado.
De postre compartimos un par de ellos. La tarta de manzana, que hay que pedir con la comida, y el postre de chocolate. La tarta realmente no es una tarta al uso, es una fina capa de hojaldre con unas láminas de manzana y helado de nata. Muy rico y servido templado. El postre de chocolate, no me dio más, un brownie demasiado denso y presentación floja, para mi gusto. El precio de los postres me parece alto.
El pan muy rico, con centeno, y para beber un par de vermú que tomamos para hacer boca, tres cervezas, dos copas de vino, y un agua grande. El precio, 34 por cabeza. Personal joven con un trato muy agradable, sonriente y cercano. Esperamos volver para dar buena cuenta de alguna cosita rica que vimos en esa carta. Para nosotros un tres llambiotaes , aunque con tiempo, apunta maneras para seguir creciendo. 
La Llingua Llambiona 