Como buenos amantes de la cocina italiana no dejamos de visitar cualquier nueva propuesta que se nos ponga a tiro, y en esta ocasión acudimos a visitar a una nueva oferta que tenemos en Gijón, Di Manuella. Situado en el barrio de el Llano, concretamente en la avenida Gaspar García Laviana 63. Es llamativo encontrar este tipo de restaurantes alejados de la zona centro o cercanos a la playa, en barrios, donde tradicionalmente solo se suele encontrar sidrerías o similares, pero ampliar la oferta en barrios residenciales creo que es una buena idea.
Restaurante inaugurado hace apenas un par de meses aproximadamente, dispone de una zona bar con mesas altas, más enfocada al vermuteo o incluso a tomar un café, y en la parte posterior un amplio comedor.
Carta amplia donde podemos encontrar toda clase de cocina italiana, con antipasti, risottos, pastas y pizzas, incluso alguna carne y pescado.
Nosotros optamos por compartir varias cosas y así probar un poco de todo. Como gentileza de la casa unas aceitunas verdes y negras aliñadas. Empezamos con una especialidad de la casa, el parpadelle de boletus y trufa, con una salsa de crema de leche y grana padano. Como curiosidad viene servido con una tapa de masa de pizza que te abren en la propia mesa. He de decir que estaban bien, pero no estaban hechos con boletus, si no con champiñones y eso se notaba mucho en el sabor, ya que con boletus, estarían muchísimo mejor. La ración un poco escasa para un adulto.
Seguimos con un Carbonara tradicional, que como ya sabemos está elaborada con guanchiale huevo y pimienta. Últimamente veo muchos restaurantes donde la ofertan, pero siempre que he querido probarla, descubro que en ninguno logran el punto y sabor de la carbonara. En este caso y por cercanía con la que pude probar en Carbone, tengo que decir que era mucho mejor. Tenía el sabor clásico de la pimienta, pero la yema de huevo no estaba ligada con caldo de la cocción ni con el queso, que no se si llevaba, ya que no me sabía ni a Pecorino ni a ningún otro queso del tipo, y que se suelen usar para esta receta. Estaban mucho mejor que los del Carbone sin duda, pero les falta un punto para lograr el sabor de una carbonara autentica. También pude probar fusilli a los cuatro quesos, con Gorgonzola, Grana Padano y Provola, muy ricos y sabrosos, con un equilibrio muy bueno. También los canelones de carne, muy ricos, con un intenso sabor a la salsa de tomate y sin bechamel, lo que ayuda a diferenciarla de una lasaña. Los canelones suelen estar bastante «maltratados» en otros restaurante, con salsa a borbotones o una pasta de carne de extraño aspecto, pero en este caso me llamaron la atención porque estaban realmente bien.
En cuanto a la pizzas, probamos dos, la cuatro quesos con Mozzarrella, Gorgonzola, Taleggio y Grana Padano, muy rica, y la piadina, pizza doblada sobre si misma, con Mozzarella, jamón de Parma, rúcula y aceite de trufa. Me gusto especialmente. Una combinación siempre ganadora, hojas verdes, una buena base de queso y tomate, con el toque de aceite y con el jamón de Parma. Entiendo que el nombre le viene de su parecido a la piadina tradicional, que es un pan hojaldrado típico de Emilia-Romaña, que se rellena con productos como si de una pizza se tratase.
Para beber solo tomamos agua y por aquello de la línea, nos saltamos los postres, porque realmente estábamos bastante llenos. El precio para dos familias de cuatro adultos y cuatro niños no llegó a 114 €. aún quedan sitios en Gijón donde comer por precios normales.
La Llingua Llambiona 