Cosmopolitan; del bar a la serie

Hay bebidas que nacen para refrescar, otras para impresionar… y luego está el Cosmopolitan, que hace ambas cosas y además te hace sentir como si estuvieras en un exclusivo bar neoyorkino. Ese color rosa elegante, esa copa tipo Martini que parece diseñada para brillar en cualquier ocasión y ese sabor entre ácido, dulce y fresco que simplemente funciona. El Cosmo —como se le suele denominar— es mucho más que un cóctel bonito: es una pequeña joya líquida con historia, estilo y una personalidad que no se olvida.

Aunque muchos lo asocian con los años noventa y con la serie Sexo en Nueva York (¿quién no ha visto a Carrie Bradshaw alzando uno con total seguridad?), lo cierto es que sus orígenes son bastante más antiguos y algo difusos. Se han encontrado recetas parecidas ya en los años 30 y 40, aunque con otras combinaciones de ingredientes. Sin embargo, fue en los años 70 cuando una bartender de Minneapolis, Cheryl Cook, empezó a experimentar con una mezcla de vodka, triple seco, lima y un poco de jugo de arándano para crear algo atractivo visualmente y fácil de beber. Años más tarde, en Nueva York, el bartender Toby Cecchini perfeccionó la fórmula con vodka cítrico y medidas más precisas. Y así nació el Cosmopolitan tal como lo conocemos hoy.

Su gran salto a la fama llegó de la mano de la serie de finales de los 90 y primeros 2000, Sex and the City, donde las protagonistas lo tomaban como el que se va a tomar unas sidras. Pocas veces un coctel y una serie o película han estado tan ligadas en la cultura popular, convirtiendo al Cosmo en un símbolo de sofisticación y glamour neoyorkino. Las ganas de evocar a la protagonista Carrie Bradshaw catapulto a la fama mundial a este coctel.

Carrie Bradshaw y Samantha Jones dando buena cuenta de unos cosmo - aplíquese a casi cualquier capitulo de la serie.

¿Quieres prepararlo en casa y sentirte como si estuvieras en una azontea neoyorquina? Aquí va la receta clásica

Ingredientes:

  • 45 ml de vodka con sabor a limón (tipo Absolut Citron)
  • 15 ml de Cointreau o triple seco
  • 15 ml de zumo de lima recién exprimido
  • 30 ml de zumo de arándano rojo.

Preparación

  1. Todo a la coctelera con hielo, agita con energía durante unos segundos.
  2. Cuela y sirve en una copa de cóctel bien fría.
  3. Puedes decorar con una rodaja fina de lima o un twist.

Y sí, luce tan bien como sabe.

El Cosmopolitan es un cóctel con estilo, pero también con muchas posibilidades. Como suele ocurrir en la coctelería, hay variantes para todos los gustos. Por destacar alguno, el White Cosmopolitan, por ejemplo, cambia el zumo de arándano por uno de uva blanca y suele llevar un toque de licor de flor de saúco, ideal si quieres algo más floral y delicado. El Cosmopolitan Royale añade un chorrito de champán o prosecco, recordándonos aquello de que todo es mejor con burbujas. ¿Te gusta algo más veraniego? Prueba una versión tipo granizado, perfecta para una tarde calurosa con amigos.

Y no nos olvidemos de su magia cultural. No todos los cócteles pueden decir que ayudaron a definir una era. El Cosmo no solo es delicioso, también es símbolo de confianza, de diversión y de saber lo que quieres. Ya sea que lo tomes en una fiesta elegante, en casa con buena música de fondo o simplemente porque sí, siempre será una excelente elección. Así que la próxima vez que quieras darle un toque especial a tu noche, ya sabes qué pedir —o preparar—.

Fuentes

  • Difford’s Guide: “History of the Cosmopolitan cocktail: the origins of a contemporary classic”, por Simon Difford.
  • Escuela de Coctelería de Madrid (2023): “La historia del Cosmopolitan”.
  • El Mundo – Recetas de Cocina (2022): “Cómo hacer un Cosmopolitan. Receta y origen del cóctel”.
  • Referencias culturales a Sex and the City y su papel en la popularización del cóctel.


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