En estas fechas de octubre, el llamado “mercado” nos recuerda que en EE.UU. existe una fiesta llamada Halloween muy divertida, que requiere el desembolso de dinero para su buen disfrute. Gracias al cielo no parece cuajar demasiado en nuestra sociedad, aunque tiene buenos aliados, los niños, y seguramente con el tiempo, nadie recuerde el día de Todos los Santos y terminemos celebrando esta festividad. Bueno el caso es que el cóctel del que vamos a hablar hoy, es muy propio para esta festividad. El Bloody Mary, o lo que en cristiano diríamos, María la sanguinaria, uno de los cócteles más famosos del mundo.

Volvemos a lo de siempre y cuando nos podemos a investigar encontramos numerosas historias en relación a su origen. Una de ellas nos cuenta que nació en los años 20 del siglo pasado, en el Harry´s Nueva York Bar de París, en el que Fernand Petitot, el creador, trabajaba. Se dice que lo creó en homenaje a la actriz Mary Pickford, pero lo que si es cierto es que su nombre se debe a María I de Inglaterra (María Tudor), apodada Bloody Mary tras las persecuciones que organizó contra los protestantes en el S.XVI en su intento de restablecer el catolicismo en Inglaterra.
Para su preparación y antes de iniciar, conviene escarchar el borde del vaso con sal gorda mojada en lima. Una vez preparado el vaso mezclador con abundante hielo, vertemos el vodka, luego el limón, aderezamos con sal y pimienta, añadimos la salsa inglesa y el tabasco, y por último el tomate. Se remueve suavemente con una cucharilla, sin agitar. Se sirve en vaso collins.
Se puede decorar con una rodaja de lima, pepinillos en vinagre o incluso con una gamba, aunque el típico viene acompañado de una rama de apio que aporta algo de amargor. El uso del apio tiene su propia leyenda, que cuenta que un cliente de un hotel al pedir un cóctel en su habitación, tuvo que utilizar un apio para removerlo, ya que no tenía nada más a mano. Se prepara siempre en vaso mezclador, no en coctelera.
Ingredientes:
- 3 partes de vodka
- 6 partes de zumo de tomate
- Una pizca de sal y pimienta negra recién molida
- 2 chorritos o golpes de salsa Worcestershire o salsa inglesa
- 2-3 gotas de salsa Tabasco
- 1 parte de zumo de limón o de lima
- Hielo
Como veis, el cóctel original lleva un par de cosas que quizás no tengáis en vuestra despensa, como es la Worcestershire sauce y la Tabasco. La primera es una salsa típica inglesa que le da un toque avinagrado. La más conocida es Lea & Perrins, y se trata de un saborizante de salsas, que utiliza vinagre, melaza, jarabe de maíz, chili, pimentón, soja, tamarindo, anchoas, cebolla, chalota, clavo y ajo. Como veis, la mezcla nos puede evocar su sabor. La historia nos cuenta que su origen está en la India, y es un producto más del mestizaje culinario Británico con la India. Para mí, no deja de ser una evolución de la salsa utilizada por los romanos llamada garum, (de la que Gigia era productor, o la gaditana ciudad de Baelo Claudia)
La segunda, la salsa Tabasco, es una salsa creada en 1868 por Edmund Mcllhenny, un exbanquero que plantó un puñado de chiles secos rojos mexicanos, de la variedad tabasco. Tras la guerra civil, utilizó el producto de la plantación junto con vinagre y sal, dejando fermentar la mezcla en barricas de roble durante unos 3 años. La característica botella, cuentan que es debido a que en un origen reutilizaba botes de colonia para repartirlo entre amigos y familiares y una vez montado el negocio las encargó idénticas.
Este cóctel es conocido por sus beneficiosas cualidades para la resaca mañanera, y su aporte alcohólico es de un 11,45%. Es un cóctel muy particular y no gusta a todo el mundo, pero aquí lo dejamos para los atrevidos.

Fuentes
- Difford’s Guide: “Bloody Mary Cocktails – How to Make and History”
- Serious Eats: “The Bloody Mary: The History and Science of an Oddball Classic”
- St. Regis – Signature Cocktail, Bloody Mary Origin: “The Original Bloody Mary / The Red Snapper”

Una respuesta a “Bloody Mary, el cóctel para el día después”