Hoy teníamos antojo de sidra, y guiados por la recomendación de una de nuestras seguidoras, visitamos la sidrería Bar Casa Tomas, en la esquina de las calles Bobes con Arroyo, cerca de la avenida Schulz, a la altura del final de la calle San José.
Se trata de una sidrería muy pequeña, y cuando digo muy pequeña, me refiero a que no tiene más de 6 mesas, pero el ambiente es muy acogedor y familiar, llenándose de gente en poco tiempo, tanto en su interior, como en la calle. Una verdadera sidrería de barrio, con su clientela fija, donde disfrutar de una buena cena y un buen ambiente.
No tiene una carta expresamente, el dueño te canta todo lo que tienen, que no es poco, la verdad. A mí me costó un poco seguirle el ritmo, porque tienen muchas cosas, y todas bastante apetecibles. Finalmente de todo lo que nos comentó optamos por los chipirones, los mejillones a la marinera y los callos.
Todo lo que comimos, bastante bueno y abundante. Los callos acompañados de patatas fritas, pequeñinos, pegajosinos y picantinos, como manda la tradición.
En cuanto a la sidra, bastante bien, Trabanco, escanciada con muy buena cadencia, sin agobiar.
Además de la comida, creo que el trato, es uno de sus principales valores, muy majos y atentos en todo momento, tanto el dueño como camareros. Esto unido a un buen ambiente y comida casera, garantiza el éxito, sin duda, y el número de gente que allí se congregaba era buena muestra de ello. Podría ponerse de ejemplo del buen hacer en lo que a una sidrería de barrio se refiere.
En cuanto al precio, las tres raciones junto al pan, un bombón de la Ibense y tres botellas de sidra por 42 €, nada caro, lo único que incremento la cuenta fueron los callos, pero la relación calidad precio es muy buena.
Un sitio muy recomendable y al que espero volver a probar alguna de sus especialidades, como son la carne guisada o las cebollas rellenas. Para mi cuatro lametones
Muy buenas genteee… yo suelo ir una vez al año a Asturias, porque soy un enamorado de ella y la parada en el Tomás es obligatoria.
Muy pero que muy buena gente, al igual que sus platos, esto lo dice ya un ASTURCATALAN.
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