Hoy visitamos el barrio de Contrueces en Gijón, y comemos en la sidrería La Cabaña del Santu, en la calle Río Sella 7-9. Sidrería grande con un primer local donde encontramos la barra y numerosas mesas, y un segundo local adyacente donde tenemos un amplio comedor. Disponen de menú del día y de fin de semana, además de menús especiales para parejas y una carta amplia, con todo tipo de platos típicos de picoteo para sidrería, pescados y carnes.
En nuestra visita, optamos por compartir unos menús especiales, consistentes en un aperitivo compuesto por jamón ibérico y cecina, un entrante a elegir entre langostinos y zamburiñas a la plancha o calamares de potera, y un plato principal a escoger entre T-bone de vaca gallega, tabla de cachopos, rubiel a la espalda, pixín con langostinos y almejas, lubina a la espalda, arroz con bugre o bugre a la plancha con dos salsas. El precio con pan, postre o café es de 44 € por pareja, teniendo el arroz un incremento de 8 € y el bugre uno de 6 €.







Empezamos con el jamón ibérico los langostinos, zamburiñas y el calamar de potera. Todo correcto. No es el mejor embutido del mundo, pero bién, y los langostino y zamburiñas correctas, así como los calamares.
Como plato principal optamos por la tabla de cachopos. La tabla de cachopos incluye tres de los cuatro cachopos que tienen en carta; el clásico de jamón y queso, uno con tomate y provolone, y otro de con cecina y queso de cabra. Todos ellos bastante ricos, muy bien de relleno, sabor de la carne y rebozado. Vienen acompañados de un par de salsas de cabrales y alioli. En carta además disponen de un especial de la casa que incluye en el relleno, espárragos, setas y pimiento.
Además, pude probar la brocheta de pulpo con pixín y langostinos, acompañada de puré de patata, muy rica y abundante, las costillas, normalitas, y como veis en las fotos el cachopo clásico en su versión ración, con patatas y ensalada.






En cuanto a los postres, los correspondientes al menú, un arroz con leche, una tarta de fresa, una de la abuela y tiramisú. Nada del otro mundo, sencillos postres de menú. Para beber, un seco Albariño de Viña Sobreira y sidra DOP el Santu, de la llagar Sidra Canal, que solo escancian en la zona de la barra.
Buena atención, personal agradable y con una buena orientación para ver qué pedíamos.
