Tardamos poco en visitar de nuevo La Zamorana, bueno, la Nueva Zamorana, aunque ya ha dejado de ser «nueva» para poder denominarla simplemente la Zamorana. El buen sabor de boca que nos dejó en nuestra visita de mayo, hizo que volviéramos a disfrutar de su buena cocina y buen servicio una vez más. Os recordamos que está en la calle Hermanos Felgueroso 38, justo frente al Colegio de la Inmaculada. Dispone de zona de sidrería donde disfrutar de unas sidras o lo que cuadre, con escanciadores y buen servicio, así como de varios salones comedores en el interior, donde la sidra es servida con escanciadores eléctricos.







Ya os hablamos de algunos de sus entrantes, como el pastel de centollo, las croquetas de jamón o los calamares frescos. Todos ellos un diez. El pastel muy rico y suave, las croquetas con rebozado firme e interior cremoso, y los calamares acompañados de un alioli negro muy rico. Aprovechando la costera del bonito y que el local participa en las jornadas gastronómicas de Gijón Bonito, optamos por un par de sus propuestas; los tacos de bonito al ajillo y el bonito a la parrilla con cítricos. El primero estaba muy rico, si bien a mí me gusta un sabor más intenso a ajo, y que estuvieran más dorados. En el caso de bonito a la brasa, muy bueno, con un punto tipo tataki, y con un sabor a cítricos delicioso. De postre helado de turrón de Diego Verdú, muy rico. Para beber Sidra Natural de Vallina Sobre la Madre. Un servicio impecable como siempre.
