En nuestro periplo por sidrerías de Gijón, hoy nos acercamos a la céntrica Sidrería Alberto, en la calle Concepción Arenal 7 (ojo no confundir con la Sidrería de Alberto en calle Pedro Menéndez 1 o con Sidrería Alberto, brasa y mar, de Decano Prendes Pando; por lo visto hay abundancia de Albertos en la hostelería local) justo por detrás de la Iglesia de San Lorenzo. La Sidrería Alberto, es un local, no muy grande, estrecho, y con una pequeña terraza exterior. Su carta no es muy amplia y sobre todo destaca en lo que a parrilla se refiere, con clásicos como costillas, chorizo, entrecot, o setas y pulpo. Además, como toda sidrería, variedad en raciones clásicas.




Nosotros en nuestra visita pudimos probar diferentes cosas, ya que éramos un grupo grande. Empezamos por unos entrantes, croquetas, tamaño grande y sabor intenso, unos calamares correctos y un pastel de cabracho que estaba bueno. Continuamos con el cachopo, abundante y bueno de sabor, para tres personas da de sobra, pero excesivamente salado. También las carnes a la parrilla, el solomillo, fuera de carta, muy bueno, y el entrecot correcto, todo ello al punto, y servido en plato refractario para que aguante el calor.




De postre pude probar el flan de queso, correcto, pero falto de sabor y acompañado de nata. Para beber Sidra Natural Cabueñes, escanciada tanto en barra como en la parte de comedor. Al no tomar postres la cuenta resultó baja, llegando aproximadamente a 20 € por cabeza. Servicio correcto y rápido.
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