De sidras por Gijón: Casa Fernando, desde 1945 en el corazón de Gijón

La mayoría de nosotros ya habremos sacado del armario un calzado un poco más abrigado, y más acorde con el tiempo que se nos avecina. Aún así y gracias a eso del cambio climático, este pasado sábado pude disfrutar de una cosa que no había hecho en todo el verano. Cenar en una tranquila terraza de Cimavilla con una temperatura estupenda y como no, una buena compañía, que no todo lo son los sitios donde comemos, ni lo que comemos. Digo lo de tranquila, porque no es habitual ni encontrar sitio ni que si lo encuentras puedas estar tranquilo. Pero el mes de octubre parece que no invita a cenar en las terrazas, y seguramente tampoco la crisis que nos bombardea a todas horas.

El caso es que cenamos en la sidrería Casa Fernando, situada en ese espacio que quizá hace siglos fuera agua y separase a Cimavilla del resto del actual Gijón, entre el pozo de la barquera, en la plaza del Marqués , y la casa de los Ramírez de Jove, actual colegio de arquitectos. Pertenece a nuestros queridos amigos Leti y José, y quisimos acercarnos a conocerlo.

No se trata de un gran local, y tampoco estamos hablando de una de esas neosidrerias que podemos encontrar hoy en Gijón, donde en vez de calamares a la romana te sirven delicias del mar en crujiente de trigo. Tampoco es por el contrario una sidrería de barrio con serrín hasta en los baños y con un olor incierto. Se trata de lo que yo creo debería de ser un típica sidrería de Gijón. Lo digo sin ser yo precisamente un gran amante de las sidrerías, y sin menospreciar las anteriormente comentadas, pero esta es la ventaja de tener un blog, jeje. Es un local con más de cincuenta años de antigüedad donde poder tomar algo tranquilamente y donde sabes que la carta vas a encontrar lo que a todos nos gusta.

Nosotros concretamente pudimos probar, la ensalada de la casa, bastante completa, pastel de cabracho, con un cesto repleto de panecillos, no soporto que te los den contados, media de croquetas caseras, muy buenas, chipirones afogaos (muy salados para mi gusto), navajas, y de postre una especie de tarta de la abuela, que estaba deliciosa. No penséis en la tarta de la abuela de siempre, ya que se trataba de una especie de tarta de queso de dos pisos, uno de flan o similar y otro de chocolate. Cuesta explicarlo la verdad, pero muy rica.

Todo esto con bebida y pan unos 15 euros por barba, que para ser una cena en una terraza de Cimavilla, me parece bastante asequible.

Un sitio a tener en cuenta para después tomar una copa por Cimavilla. Personalmente desde aquí le doy unos buenos lametones, sobretodo al postre.  


3 respuestas a “De sidras por Gijón: Casa Fernando, desde 1945 en el corazón de Gijón

  1. Mi esperiencia fué bastante buena. Estube en el en septiembre para cenar y como la noche estaba agradable estubimos en la terraza. Lo que si es cierto es que el firme de la misma parece estar un poco inclinada, pero por lo demás, todo muy bién. Pedimos para picar y sidra. Recuerdo que una de las cosas que tomamos fueron croquetas de centollo, creo que eran, y estaban muy buenas, aunque el sabor era fuerte, y si no eres un gran amante te acaban repunando. Para ser un sitio situado en el centro de Gijón, el precio que pagamos no llegó a 20 € por persona, y eso se agradece, porque parece que los hosteleros están empeñados en pensar que la gente no esta en crisis, y que no se puede pagar lo que se pagaba antes.La esperiencia fue buena la verdad. En relación a lo que comenta el anterior comentario, quizá el camarero no tenia un buien día. No es escusable, pero bueno de la comida no comentais nada… y con respecto a la Galana la comida está muy rica, pero es un sitio muy claro, claro ejemplo de precio por zona (plena plaza mayor), y la sidra es muy mala.

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  2. Buenas a todos,
    Nos alegramos que al menos alguien pudiera disfrutar de una comida en CASA FERNANDO, porque lo que fue nosotros, no pudimos tener peor experiencia.
    Y es que, aunque al principio el servicio fue bueno y el chico que nos atendió parecía bastante majo, cuando pides la cuenta e intentan estafarte descaramente, la cosa se pone bastante fea y desagradable.
    Nos intentaron cobrar nada menos que tres botellas de sidra más de las que habíamos tomado, el doble!!! y también panes de mas, que no habíamos consumido: una vergüenza, vamos.
    Para colmo, cuando avisamos al camarero del error cometido, se portó bastante borde, insistiendo que no nos habían cobrado de mas sin ni siquiera mirar la cuenta, y tratando de apartarnos de la terraza en todo momentos para que la gente no se diera cuenta…
    Nos cortó el rollo de nuestra última noche en Gijón y nos dio mucha pena; así que nuestro consejo es que si queréis comer bien, y que os atienda gente maja y honrada de verdad, acercaros a LA GALANA, os quedareis encantados!!
    así que a disfrutar de vuestro viaje a Asturias, pero con cuidadin!!
    Un abrazo

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