Durante mis vacaciones en Cádiz, he podido disfrutar de diferentes restaurantes, y entre todos ellos, quería hablaros de uno especialmente bueno que he podido probar. Se encuentra en la localidad de Vejer de la Frontera, en la Plaza España, y se llama El Jardín del Califa. Se trata de un restaurante de tipo árabe. Dispone de un patio fantástico para comer en el exterior, así como comedores interiores y un espacio denominado el aljibe. El patio exterior dispone de mesas de hierro amplias y muy cómodas, desde donde se puede ver la parrilla donde cocinan algunos de sus platos. El restaurante pertenece a un complejo de casas típicas de la zona, en las cuales tenemos un hotel y una tetería en las terrazas superiores, desde las que se puede observar el valle con el Parque Natural de las Marismas y todo el pueblo de Vejer.
La carta es muy amplia y están todos los platos explicados. En un principio puedes ir con miedo pensando en que o bien no te va a gustar o que va a ser comida muy fuerte o demasiado especiada, pero incluso los más escépticos coincidieron en destacar lo bueno de los platos.
Nosotros éramos seis personas y pedimos los siguientes platos. De entrantes y para probar un poco de todos, dos raciones de Mezze del Chef, compuesto por Breuat (Triángulos de hojaldre ‘warka’ rellenos de carne picada con Ras al-hanout y salsa de yogur), Malfouk (Crujiente hojaldre relleno de verduras al estilo medio oriental), Taratour (crema de sésamo con yogur) y queso Manouri a la plancha.








Posteriormente pedimos un plato cada uno. Yo personalmente tomé una Pastela, que es un fino hojaldre relleno de pollo, almendras y canela con salsa dulce de almendras. Estaba delicioso, pero tiene que gustarte la canela, aunque no repugnaba, sí se notaba. El crujiente de la masa era fantástico y la combinación de sabores muy buena. Nada pesado a pesar de la foto que puede inducir a lo contrario.
Otros platos que tomamos fueron Cous Cous Agridulce de Ternera, Pierna de Cordero al Azafrán, Ataïf de Atún, un crêpe de hojaldre ‘warka’ a la sartén relleno de cebolla, queso feta y atún, Magluba, compuesto por un pastel de berenjenas con carne picada de ternera y arroz estilo marroquí, acompañado de salsa de yogur, y Tagine de Pollo al hinojo y naranja, un plato Turco, con pollo marinado en una mezcla de hierbas y especias, servido en Tagine.
De postre yo pedí Baklava siria, un postre formado por finas láminas de hojaldre, pistachos y miel (delicioso y súper crujiente). El resto de los comensales pidieron Delicia del Califa, helado de canela servido sobre un crêpe y salsa de hierbabuena, Tarta de chocolate con plátano fresco, y tarta del Sultán, de queso con dátiles y almendras.





Con una botella de vino de Cádiz y 4 aguas, pagamos 27 €, propina incluida, que pague a gusto. Las raciones son amplias, el pan delicioso y la atención perfecta. Un sitio que encaja perfectamente en la definición de los cinco lametones. Pena que esté tan lejos.
El café lo tomamos en la terraza de la Tetería. Para seguir con el ambiente, tomé un café árabe, café solo y muy amargo, pero rico, y eso que no soy muy cafetero. El té árabe que también pude probar está delicioso. Si no vais a comer, podéis subir a esta fantástica terraza y disfrutar de las vistas.
