El Catalín: Buena mesa y buenas vistas

No dejamos Villaviciosa y en esta ocasión nos acercamos al restaurante El Catalín junto a Tazones en el barrio de la Atalaya. Restaurante sidrería con amplio aparcamiento y vistas de la costa cantábrica desde su comedor. Dispone también de una terraza y de una parte de comedor abierta muy agradable.

Entre que llegaba todo el mundo nos pudo la gusa y nos pedimos una de chopitos. Muy ricos y crujientes.

Para comer pedimos de entrantes para compartir unas croquetas, calamares frescos y pastel de tiñosu. Las tres raciones son bastante abundantes y muy rico. Las croquetas crujientes por fuera pero con el sabor de jamón, los calamares un poco duros alguno, pero ricos y el pastel muy bueno también y abundante.

Para comer yo opté por arroz con almejas. Estaba un poco pasado y el grano se había abierto, pero de sabor estaba muy bueno. He de decir que cuando repetí estaba más bueno. Quizá fuimos un poco impacientes en hincarle el diente.

De otros platos que rondaron las mesas pude probar la ventrisca de bonito, el rollo de bonito y el pitu. En los tres casos, muy bueno, en especial el rollo, que venía acompañado de salsa de tomate y patatas fritas.

En general la comida está muy bien, pero el servicio flojeaba un poco. Se ve que la chica no daba abasto a todas las mesas. Era el día del desembarco de Carlo V en Tazones y tenían mucha gente.

En cuanto al precio unos 24 € por barba, teniendo en cuenta media de vino, tres aguas,  y tres postres. El café que sirven es de puchero y está muy rico.

Si bien es cierto que el arroz pasado es un error grande, por mi experiencia previa yo desde aquí yo le doy cuatro lametones.


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